24 julio, 2010

El “nuevo” y emergente 3D


El ser humano, por su naturaleza como animal depredador (ahora somos depredadores de otras cosas y nos hemos alejado de nuestros auténticos instintos animales), tiene una visión capaz de captar la profundidad.

Con el tiempo ha ido inventando nuevas tecnologías para captar todas las imágenes y momentos que le rodean y aplicarlas en diversos campos. Estas invenciones (desde la primera fotografía hasta el primer film de la historia) tenían en común que dichas imágenes eran planas y sin profundidad y no captaban el cien por cien de la esencia de nuestro propio ojo. Eran imágenes en dos dimensiones.


Pero como con todo, las inquietudes humanas nos han podido, y poco a poco hemos descubierto formas para poder ver esas imáges tal y como nuestro ojo y cerebro lo capta de la naturaleza. Actualmente hay toda una sinergia por el desarrollo de la tecnología 3D y por supuesto su respectiva explotación posterior.


¿Cómo surge el 3D?

Como ya hemos comentado, sea de la forma en la que sea, todos tienen como objetivo en común: el representar la profundidad; el darnos esa sensación de tener la imagen grabada delante de nosotros mismos. Todo fundamentado en nuestra propia naturaleza.

La tridimensionalidad se puede apreciar gracias a nuestro ligero distanciamiento entre nuestros dos ojos, que captan cada uno una imagen similar pero desde ángulos distintos. Esa combinación de imágenes individuales pero parecidas hacen que tengamos y podamos apreciar la profundidad, gracias a que nuestro cerebro las coteja y realiza una única imagen que nosotros vemos. Esto se denomina “paralaje” y es en lo que se fundamenta la nuevas tecnologías 3D.


Al filmar una película, o crear una fotografía en 3D (que las hay pero en muy poca cantidad, y existen diversas formas para crearlas), se deben colocar una cámara con dos objetivos a una determinada distancia, emulando así a nuestro propio ojo, y posteriormente tienen que ser procesadas para que podamos observar el 3D

El origen de las gafas 3D

Existen diversas tecnologías de desarrollo para poder apreciar el 3D que dependerán (sobretodo) de la compañía que las ha desarrollado o del último fin para la que se crea.


Todos conocemos el caso de las gafas anaglíficas (esas gafas bicolor de toda la vida, de colores azul y rojo), en el que podemos ver imágenes en 3D, pero perdiendo el color por el camino. Este método juega más bien con nuestra capacidad de captación del color que lo anterior visto, pero para crear esas imágenes también hace falta una cámara con doble objetivo. Podéis hacerlo vosotros mismos con una cámara oscura casera, un poco de photoshop y una impresora. Por cierto no es necesario que los colores sean forzosamente azul y rojo, simplemente tienen que ser colores opuestos dentro de la rueda cromática.


Gafas polarizadas, lo extendido en el cine

El siguiente paso de esta evolución, todo a favor del incremento de la calidad de las imágenes, es el caso de las gafas polarizadas. Estas “decodifican” o reinterpretan las imágenes de distinto ángulo (uno para cada ojo) emitidas por dos proyectores.


Este sistema únicamente es válido para situaciones en las que los proyectores están fijos y con un ángulo predefinido, como en un cine, ya que una pantalla normal solo permite emitir una única imagen, y el ángulo de visión de esas proyecciones es limitado (casi únicamente se pueden ver de forma frontal).

Esta tecnología sin duda es la más extendida dentro de los recientes cines tridimensionales, ya que su coste es relativamente barato y la producción de unas gafas polarizadas es muy bajo. Sin ir mas lejos, este fin de semana pasado pude ver la cuarta parte de Shrek en 3D y por un solo euro te dan las gafas polarizadas para poder ver la película.


Como experiencia personal he de decir que se pierde un poco de brillo y tonalidad de color en el proceso (quitando que es un engorro ponerse otras gafas más para los que como yo, llevamos también gafas, pero eso es otro cantar), pero en cambio las gafas son menos pesadas y sobretodo reutilizables para otra película, ya que la polarización de la imágen es estandar para todos los cines con este tipo de gafas.

Gafas activas, el futuro doméstico

Ya que esto no es beneficioso ni para el consumidor ni para las ventas de las marcas en el ámbito doméstico, los nuevos desarrollos en 3D han apuntado al desarrollo de las gafas activas. Estas gafas incorporan un sensor infrarrojo que sincroniza las imágenes que se van alternando en la pantalla, de modo que cada ojo ve su propia perspectiva en todo momento y los cristales LCD que contienen las gafas son los encargados de ver o no el 3D, junto con el obturador activo que alterna muy rápidamente las imágenes en la pantalla. Ese parpadeo y cambio de imagen en alta velocidad “engaña” al cerebro por así decirlo y este interpreta una única imagen tridimensional


Este tipo de gafas son la apuesta de muchas marcas para su visión en casa, aunque hoy en día es aun realmente caro hacerse con todo el soporte necesario para ver la tridimensionalidad. Para que os hagáis una idea, se necesita una pantalla especial de unos 3000 euros, mas luego el complemento de gafas (que están por unos 200 euros cada uno), el emisor infrarrojo y el reproductor específico para ello, que hoy en día tiene en exclusiva la tecnología Blu Ray de Sony (unos de los pioneros en el mundo del ocio 3D, con su buque insignia Playstation 3 capaza de reproducir tantos juego como películas en 3D y alta definición).




Aunque también esto lo podemos ver en cines que ya llevan un tiempo con la tecnología Imax 3D, y que, a diferencia de las polarizadas, las gafas son un poco más pesadas y armatoste y siempre tienden a cambiar el color de la imagen final. En cambio es una tecnología completamente reutilizable dentro del propio cine, pero exclusiva para cada emisor del lugar donde pertenecen.

Sin duda, esta será la tecnología usada en un futuro no muy lejano del ocio y el entretenimiento doméstico 3D, ya que su calidad de imagen es perfecta y no todo el mundo tiene un ángulo de visión en su casa completamente recto a la pantalla. Los videojuegos que Sony y otras compañías están preparando se fundamentan en este tipo de imágenes.

Diferentes sistemas de proyección en 3D

Existen cuatro tipos de proyecciones 3D en la actualidad y cada una depende de ser interpretada según que tipo de gafa específica utiliza.

XpanD/Nuvisión: Utiliza siempre gafas 3D activa y asegura al 100% de que cada espectador reciba su propia visión en 3D independientemente del lugar donde esté sentado en la sala. Para mí es una de las mejores opciones en cuanto a calidad de imagen. (Ejemplo de ello aquí en Zaragoza son los cines Palafox)


Real D/ Real 3D: Utilizan gafas polarizadas. Es el sistema más barato de todos y el más extendido en los cines que se han adaptado a la tecnología 3D (ejemplo de ello aquí en Zaragoza son los cines Cinesa)


Sobre estas dos tecnologías, pude ver Avatar en ambas, y sin duda me quedo con la tecnología XpanD, ya que tiene mayor calidad de imagen y aunque muevas la cabeza no se pierde la sensación 3D en ningún momento (a no ser que tapes el receptor de la gafa). En cuanto al Real 3D, la calidad de imagen era un poco menor pero el color y el brillo aumentaban respecto al XpanD, y sobretodo lo que más me gusta es poder llevarme mis propias gafas.

Imax 3D: se utilizan o bien unas gafas polarizadas o bien unas gafas de cristal líquido modelo E3D, que captan la señal del emisor infrarrojo.


Dolby 3D: Se utilizan unas gafas pasivas con el sistema alemán Infitec. Estas gafas poseen tres filtros de color, uno para cada color primario (rojo, verde y azul), aunque su coste es más elevado y siempre se reutilizan.


El formato Imax 3D fue de los primeros sistemas en aparecer en formato 3D y desde que surgió todo este movimiento siempre nos viene a la mente esas salas especializadas, debido a la popularidad de sus cines y la tradición de sus espectaculares películas. Para mí fueron y son de las mejores sensaciones que he tenido en ver una película en tres dimensiones.

¿Qué futuro nos espera?

Aunque muchos de los especialistas de la visión no aconsejan el ver imágenes en 3D de una forma abusiva y prolongada, debido a los problemas de vista y diferentes trastornos que pueden producir, el imparable mundo 3D nos rodeará de aquí a unos pocos años.

Sin duda, la tecnología sigue evolucionando y mejorando cada día, y se están buscando nuevas formas de visión del 3D, sobretodo formas en las que el usuario esté libre de portar unas aparatosas gafas especiales y sea el mismo el que pueda apreciar su visión, ya sea en ámbito doméstico como dentro de un cine. Hoy en día están en desarrollo dos nuevas tecnologías en este aspecto.

Por un lado la denominada “parallax barrier”, donde la función de filtro que hacen las gafas que antes hemos mencionado, es sustituida por una capa de material especial enfrente de la propia pantalla. Por medio de una serie de rendijas en esa capa, permite que cada ojo vea una serie de pixeles diferentes y se produzca así el efecto 3D. Como punto negativo decir que tiene un ángulo de visión determinado y de momento solo es idóneo para pequeños dispositivos, en donde el ángulo de visión es casi siempre frontal.


Ejemplo de esto último lo podremos ver en la tecnología que está desarrollando Nintendo para su nueva consola portátil Nintendo 3DS, que se fundamenta en las investigaciones de la compañía Sharp (encargados de la producción de las pantallas para la nueva portátil) sobre este nuevo método. Nintendo 3DS contará con un mecanismo para activar o desactivar la imagen 3D en la pantalla. Los que la han probado en el reciente E3 dicen que el resultado es muy bueno, pero que la sensación no llega a la altura de las tecnologías que necesitan gafas para su visión.

Por otro lado la tecnología “lenticular” está basada en una antigua técnica de impresión, en la que la imagen cambia ligeramente dependiendo del ángulo en el que se mira. Si recordais de pequeños, lo podíamos ver en las pegatinas que cambiaban de forma y posición que nos regalaban con los Bollicaos o los Phoskitos.


Este tipo funciona organizando pequeñas lentes en la pantalla y refractando las imágenes derecha e izquierda para que sean recibidas por separado a cada lado de nuestros ojos, dejando la ilusión de profundidad a la interpretación de nuestro cerebro. Su producción es muy costosa pero sus resultados son muy buenos.


Otros campos en desarrollo por ejemplo son el mundo de los hologramas y el de las imágenes integradas (estas últimas son una especie de evolución de la tecnología lenticular), pero mientras tanto, seguiremos disfrutando de esas joyas tridimensionales que nos proyectan en el cine, hasta que, como con todas las tecnologías, el precio de esta “nueva” revolución de imágenes sea viable para poderlo disfrutar en nuestras propias casas.

No hay comentarios: