A falta del estreno (18 de Septiembre), de la última película de Tarantino: Inglorious Basterd, creemos en la necesidad de hacer una pequeña introducción de la misma, debido a que vuelve a sus raíces y demuestra que su ingenio y locura está intacta.
Por lo que se ha comentado en varios medios, el primer punto a favor que la película presenta es el increíble desarrollo actoral que posee. Desde los protagonistas hasta los personajes secundarios, todos, poseen una caracterización muy bien lograda.
Tarantino se animó a darle un giro diferente a la historia que todos conocemos, al relato de la Segunda Guerra Mundial y al poder de Hittler sobre su país. Se animó a lo que pocos directores seguramente le temen y le salió de maravilla.
El guión se divide en 5 capítulos, cada uno mostrando una parte o perspectiva distinta entre si, dicho efecto ayuda a que el espectador organice los eventos en su mente y no se cree la común confusión entre tiempos y personajes. Además, se juega mucho con los fotogramas quietos y la presentación de los personajes como hechos históricos y biográficos, con la violencia y con los diferentes efectos visuales que complementan el relato.
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